La tormentosa e histriónica amistad que ha unido (y desunido) a Mick Jagger y Keith Richards posee los suficientes ingredientes como para situarla entre las más trascendentes de la historia del Rock.
Un tipo de relación de tira y afloja, de amor-odio, caótica demencial pero esencialmente creativa. Una forma de trabajo vital que sin duda ha ayudado al Rock a alcanzar algunas de sus más altas cumbres, pero que también ha pavimentado la desaparición de algunas de sus más trascendentales bandas.
Miticamente, estos antagonismos dentro de un grupo son los responsables directos para que estas logren el necesario equilibrio entre dos fuerzas que, por si solas, no funcionan tan bien. Pero si este enfrentamiento implica una lucha constante, desgastadora, no hay músico – ni persona que la soporte. Un asunto es el arte y otro, la sanidad mental. La breve historia del Rock esta llena de casos donde los dos hombres claves de una banda, agotados de interactuar, ansiosos de una estabilidad y espacio propio, eligen sus propios caminos, sacrificando así la de la totalidad del grupo: The Beatles, Génesis, Led Zeppelín, The Pólice, Pink Floyd entre otros tantos.
El más reciente ejemplo es el de The Rolling Stones. Un divorcio que comprueba, una vez más que el todo es, en efecto, mejor que la suma de sus partes. Las partes en este caso, son Mick Jagger y Keith Richards ambos ingleses, con cuarenta y cinco años encima, veinticinco de los cuales dedicado a la música y a The Rolling Stones, “la mejor banda del mundo”. Y a pesar que ambos aun se hablan, se visitan acaban de asistir juntos a la gala que celebraba la incorporación de los Rolling Stones al Rock and Roll Hall of Fame, esta claro que, que por lo menos por un par de años el grupo esta en el limbo, finiquitado.
El fin de la banda quedo claro a fines del año pasado cuando Richards, decidió abandonar sus sueños reconciliatorios, aceptando el termino de una época. Grabó Talk is Cheap , su primer álbum como solista. Un disco como lo ha dicho el propio Richards, que es el fruto de un fracaso, “de la incapacidad de no haber podido mantener a los Rolling Stones juntos”.
El disco, sorprendente, posee el valor de un debutante que llevaba años preparando su material. Pero Richards no es ningún novato y Talk is Cheap suena, tal como, lo dijo un critico norteamericano, “como un gran álbum de los Stones sin Jagger”. En efecto, el trabajo de Richards, sin duda uno de los grandes guitarristas del Rock, fusiona todas las raíces que forman su amplio bagaje musical: desde el sonido cajun de Lousiana al funk tipo James Brown que le imprime a Big Enough, algo del soul de Memphis y del rockabilly, mas una buena cuota de temas reminiscentes de su trabajo con los Stones . Uno de los puntos altos del álbum es su espíritu desordenado, libre fruto de un trabajo espontáneo que Richards llevó a cabo con su nueva banda, The X-Pensive Winos.
Pero la ronca y carreteada voz de Richards, reflejo de sus drogas, reventones y demases, no alcanza al frenesí de la de su compañero de viaje por tantos años. Sin embargo, la ya legendaria personalidad de Jagger es el leit motiv de You Don t Move Me, quizás el mejor tema del disco. Richards, visiblemente enojado, cierra un circulo lleno de amargura y buenos recuerdos con una canción muy Stones, donde aprovecha de revivir las contradicciones que sintió cuando Jagger abandono el grupo (y una eminente gira para promover el álbum Dirty Work ) para procurar una carrera de solista . Lo acusa de ambicioso y poco leal: “Quieres lanzar los dados / pero ya has fallado dos veces” , canta Richards haciendo obvia referencia a She s the Boss y Primitive Cool , los dos álbumes de Jagger como solista ,ambos fracasos de ventas .
Los reproches de Richards pueden ser ciertos, mas Primitive Cool se sostiene bastante bien y constituye un especial esfuerzo por parte de Jagger de abandonar las influencias melódicas de los Rolling Stones . Pero antes había una deuda que saldar. Expurgar las malas vibraciones que le producía Richards . La canción que no por casualidad resultó ser la mejor de ese álbum, se llama Party Doll y posee una reconocida influencia irlandesa, en la línea de The Pogues. Una suerte de amistad tipo “ni contigo, ni sin ti”, Party Doll lanza dardos como: “Antes amabas el honky tonk / pero esos días de baile se acabaron / antes eras mi numero uno / ahora te desvaneciste en el ozono”.
Quizás que ahora ya se lo han dicho todo musicalmente, el reencuentro se torna mas posible .Pero el éxito de Talk is Cheap parece indicar que Richards no desea retroceder. Una opción legitima, quizás hasta sana, pero que solo viene a confirmar que por buenos que sean Richards y Jagger por separados, nunca podrán superar ese todo llamado The Rolling Stones.
Fuente: Revista Mundo Diners Club, Marzo 1989
Un tipo de relación de tira y afloja, de amor-odio, caótica demencial pero esencialmente creativa. Una forma de trabajo vital que sin duda ha ayudado al Rock a alcanzar algunas de sus más altas cumbres, pero que también ha pavimentado la desaparición de algunas de sus más trascendentales bandas.
Miticamente, estos antagonismos dentro de un grupo son los responsables directos para que estas logren el necesario equilibrio entre dos fuerzas que, por si solas, no funcionan tan bien. Pero si este enfrentamiento implica una lucha constante, desgastadora, no hay músico – ni persona que la soporte. Un asunto es el arte y otro, la sanidad mental. La breve historia del Rock esta llena de casos donde los dos hombres claves de una banda, agotados de interactuar, ansiosos de una estabilidad y espacio propio, eligen sus propios caminos, sacrificando así la de la totalidad del grupo: The Beatles, Génesis, Led Zeppelín, The Pólice, Pink Floyd entre otros tantos.
El más reciente ejemplo es el de The Rolling Stones. Un divorcio que comprueba, una vez más que el todo es, en efecto, mejor que la suma de sus partes. Las partes en este caso, son Mick Jagger y Keith Richards ambos ingleses, con cuarenta y cinco años encima, veinticinco de los cuales dedicado a la música y a The Rolling Stones, “la mejor banda del mundo”. Y a pesar que ambos aun se hablan, se visitan acaban de asistir juntos a la gala que celebraba la incorporación de los Rolling Stones al Rock and Roll Hall of Fame, esta claro que, que por lo menos por un par de años el grupo esta en el limbo, finiquitado.
El fin de la banda quedo claro a fines del año pasado cuando Richards, decidió abandonar sus sueños reconciliatorios, aceptando el termino de una época. Grabó Talk is Cheap , su primer álbum como solista. Un disco como lo ha dicho el propio Richards, que es el fruto de un fracaso, “de la incapacidad de no haber podido mantener a los Rolling Stones juntos”.
El disco, sorprendente, posee el valor de un debutante que llevaba años preparando su material. Pero Richards no es ningún novato y Talk is Cheap suena, tal como, lo dijo un critico norteamericano, “como un gran álbum de los Stones sin Jagger”. En efecto, el trabajo de Richards, sin duda uno de los grandes guitarristas del Rock, fusiona todas las raíces que forman su amplio bagaje musical: desde el sonido cajun de Lousiana al funk tipo James Brown que le imprime a Big Enough, algo del soul de Memphis y del rockabilly, mas una buena cuota de temas reminiscentes de su trabajo con los Stones . Uno de los puntos altos del álbum es su espíritu desordenado, libre fruto de un trabajo espontáneo que Richards llevó a cabo con su nueva banda, The X-Pensive Winos.
Pero la ronca y carreteada voz de Richards, reflejo de sus drogas, reventones y demases, no alcanza al frenesí de la de su compañero de viaje por tantos años. Sin embargo, la ya legendaria personalidad de Jagger es el leit motiv de You Don t Move Me, quizás el mejor tema del disco. Richards, visiblemente enojado, cierra un circulo lleno de amargura y buenos recuerdos con una canción muy Stones, donde aprovecha de revivir las contradicciones que sintió cuando Jagger abandono el grupo (y una eminente gira para promover el álbum Dirty Work ) para procurar una carrera de solista . Lo acusa de ambicioso y poco leal: “Quieres lanzar los dados / pero ya has fallado dos veces” , canta Richards haciendo obvia referencia a She s the Boss y Primitive Cool , los dos álbumes de Jagger como solista ,ambos fracasos de ventas .
Los reproches de Richards pueden ser ciertos, mas Primitive Cool se sostiene bastante bien y constituye un especial esfuerzo por parte de Jagger de abandonar las influencias melódicas de los Rolling Stones . Pero antes había una deuda que saldar. Expurgar las malas vibraciones que le producía Richards . La canción que no por casualidad resultó ser la mejor de ese álbum, se llama Party Doll y posee una reconocida influencia irlandesa, en la línea de The Pogues. Una suerte de amistad tipo “ni contigo, ni sin ti”, Party Doll lanza dardos como: “Antes amabas el honky tonk / pero esos días de baile se acabaron / antes eras mi numero uno / ahora te desvaneciste en el ozono”.
Quizás que ahora ya se lo han dicho todo musicalmente, el reencuentro se torna mas posible .Pero el éxito de Talk is Cheap parece indicar que Richards no desea retroceder. Una opción legitima, quizás hasta sana, pero que solo viene a confirmar que por buenos que sean Richards y Jagger por separados, nunca podrán superar ese todo llamado The Rolling Stones.
Fuente: Revista Mundo Diners Club, Marzo 1989
